Garage-Estudio-Habitación
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Re: Garage-Estudio-Habitación
Los meses habían pasado demasiado rápido, bueno en algunos aspectos, las cosas con Alexei la verdad es que habían cambiado demasiado, desconfiaba de mi tanto que pocas veces en realidad dejaba que me quedase sola en su casa o inclusive prefería que no pasase tiempo ahí. Llevaba meses sin ver a Azul, ni siquiera había recibido una llamada de él o simplemente un mensaje de texto, todo iba de mal en peor, el trabajo en el bar la verdad que comenzaba a cansarme y Mercè ni siquiera me dirigia la palabra desde aquella fiesta en su casa, a menos que fuera para pronunciar la palabra puta. Ya habría dejado el trabajo en dicho lugar, pero el dinero la verdad lo necesitaba para pagar el alquiler de aquel cuarto, además de que bueno iba de mal en peor, necesita marihuana cada vez con más frecuencia. Mi vida comenzaba a ser un completo caos, como lo era cuándo aún vivia con mi madre.
Vestía unos shorts bastante cortos, y una blusa de tirantes negra, además de la camisa sin lavar de Azul que ni siquiera había usado desde aquella noche en la que se había quedado a dormir en mi cuarto, aún queda un leve toque de su aroma, además de que bueno, mi cabello también era un caos, estaba ya bastante largo, sobre la cintura o un poco más arriba demás de que bueno, las barañas eran muchas, a pesar de que no estaba sucio, solo despeinado, y poco arreglado, no llevaba maquillaje oo por lo menos no el de ese día, porque el delineador estaba conpletamente corrido de forma que las ojeras las marcaba muchísimo más de lo que eran n realidad, y la piel la tenía cada vez más palida. Era lo que causaba el drogarse y no comer. No se puede tener todo en la vida claramente.
Había estado a punto de explotar, sin saber que hacer en realidad con todo lo que comenzaba a pesarme demás, así que además de tener delineador marcado por las ojeras también había rastro de llanto en mis ojos, más que nada porque estaban enrojecidos, y bueno, quería a alguien, y ese alguien no era exactamente el que se hacía llamar mi novio. Quería a Azul, y había llegado a su garage, había entrado a hurtadillas, ya que no estaba completamente bien cerrado, y me quede ahí en medio de la habitanción en la que claramente no estaba a quién buscaba.
Vestía unos shorts bastante cortos, y una blusa de tirantes negra, además de la camisa sin lavar de Azul que ni siquiera había usado desde aquella noche en la que se había quedado a dormir en mi cuarto, aún queda un leve toque de su aroma, además de que bueno, mi cabello también era un caos, estaba ya bastante largo, sobre la cintura o un poco más arriba demás de que bueno, las barañas eran muchas, a pesar de que no estaba sucio, solo despeinado, y poco arreglado, no llevaba maquillaje oo por lo menos no el de ese día, porque el delineador estaba conpletamente corrido de forma que las ojeras las marcaba muchísimo más de lo que eran n realidad, y la piel la tenía cada vez más palida. Era lo que causaba el drogarse y no comer. No se puede tener todo en la vida claramente.
Había estado a punto de explotar, sin saber que hacer en realidad con todo lo que comenzaba a pesarme demás, así que además de tener delineador marcado por las ojeras también había rastro de llanto en mis ojos, más que nada porque estaban enrojecidos, y bueno, quería a alguien, y ese alguien no era exactamente el que se hacía llamar mi novio. Quería a Azul, y había llegado a su garage, había entrado a hurtadillas, ya que no estaba completamente bien cerrado, y me quede ahí en medio de la habitanción en la que claramente no estaba a quién buscaba.
Robin K. Cacciatore- Mensajes : 62
Fecha de inscripción : 31/07/2013
Re: Garage-Estudio-Habitación
Si el chico no llegaba en unos minutos yo no tenía nada que estar hacienndo en aquel lugar y la verdad es que no tenía entonces razones para quedarme ahí, de íe mirando aquel desastre de habitación.
Pase una mano por la mejilla, el efecto de la marihuana aun hacía un poco de efecto, ya no del todo, puesto que lo último que había fumado fue antes de dormir esas cuatro horas. Escuche el portón subirse y divise a Azul. Estaba completamente diferente al Azul que había conocido.
-No es a Alexei al que busco...-le dije sin más, sincerandome desde el inicio, porque ganas de darle vueltas al asunto la verdad es que no me daban.
Tampoco es que me fuera a poner a hacer berrinche por como es que se estaba comportando en aquellos momentos conmigo, ni mucho meos reclamarle el porque de aquellas huellas de labial sobre su cuello, o aquellas marcas de golpes en la cara o la sangre que llevaba sobre la nariz. Simplemente aquello no era de mi incumbencia. Tampoco era la de él el saber porque me encontraba ahí. Solo sabía que lo necesitaba ver. Quería ver a Azul, pero no al que mis ojos miraban en aquel momneto, quería al Azul que había llegado ebrio a mi habitación, aquel que seguramente ya había desaparecido.-A Mercè aún le pareces guapo. Deberías de probar una noche con ella. Igual y deja de llamarme puta...-le dije aquello sin ninguna intención.
también estuve a punto de proponerle el hecho de que me podría marchar de ahí, pero no lo hice más que nada porque sabía que seguramente iba a decir que sí, de forma inmediata.
Pase una mano por la mejilla, el efecto de la marihuana aun hacía un poco de efecto, ya no del todo, puesto que lo último que había fumado fue antes de dormir esas cuatro horas. Escuche el portón subirse y divise a Azul. Estaba completamente diferente al Azul que había conocido.
-No es a Alexei al que busco...-le dije sin más, sincerandome desde el inicio, porque ganas de darle vueltas al asunto la verdad es que no me daban.
Tampoco es que me fuera a poner a hacer berrinche por como es que se estaba comportando en aquellos momentos conmigo, ni mucho meos reclamarle el porque de aquellas huellas de labial sobre su cuello, o aquellas marcas de golpes en la cara o la sangre que llevaba sobre la nariz. Simplemente aquello no era de mi incumbencia. Tampoco era la de él el saber porque me encontraba ahí. Solo sabía que lo necesitaba ver. Quería ver a Azul, pero no al que mis ojos miraban en aquel momneto, quería al Azul que había llegado ebrio a mi habitación, aquel que seguramente ya había desaparecido.-A Mercè aún le pareces guapo. Deberías de probar una noche con ella. Igual y deja de llamarme puta...-le dije aquello sin ninguna intención.
también estuve a punto de proponerle el hecho de que me podría marchar de ahí, pero no lo hice más que nada porque sabía que seguramente iba a decir que sí, de forma inmediata.
Robin K. Cacciatore- Mensajes : 62
Fecha de inscripción : 31/07/2013
Re: Garage-Estudio-Habitación
Comezaba a sentirme ansiosa, más que nada porque esa era la sensación de que mi cuerpo al sentirse nervioso me pedía algo con que calmarlo y bueno eso era obvio que solamente lo iba a lograr con aquella hierba medicinal, pero a pesar de que el chico era obvio que había cambiado no deseaba aún por el momento de que supiera que había recaido en aquel vicio del que anteriormente ya había salido.
¿Una barrita? ¿Creía que había ido a su garage por una barrita? Negué con la cabeza, y puse los ojos en blanco, que tonto a pesar de todo seguía siendo el chico.
-Gracias, lo que necesito es otra cosa...-y con eso no me refería a comida, o a hablar.-Puedes quedartela tú...-le aseguré.
-Una más en tu lista, seguro que ya está algo llena, o eso me dice el bilete de tu cuello... También algo de popularidad, ¿por qué no?-le dije, y le seguí con la mirada mientras cerraba la puerta. Y cuándo me ofreció asiento, supe que aún quedaba algo de aquel Azul del que venía en busca. No le hice caso, si no que me quede de pie en dónde estaba y fruncí el ceño.-He pensado en dejar a Alexei... -y en eso no mentía, las cosas no estaban bien, más que novios, él parecía mi cuidador, y mi cuarto de alquiler parecía inclusive mi jaula.-Y también quería verte, en realidad, quería, bueno, ya sabes... estar contigo...-le dije al final de cuentas, pero con ese "estar contigo", no me refería a un estar juntos como pareja, si no un estar juntos como apoyo moral.-Mi vida es un caos...-le comenté y baje la cabeza, y me miré los pies, con aquellos tennis negros gastados y viejos. Aquello no era normal en mi, no el hecho de decirle todo lo que sentía, ni tampoco esas ganas incontenibles de soltar el llanto y colgarme de su cuello cuál niña de cinco años esperando que le ponga la curita en la rodilla raspada. Además bueno, tenía también ganas de hacer o demostrarle alguna otra cosa a él, que seguramente ya no valía la pena.
¿Una barrita? ¿Creía que había ido a su garage por una barrita? Negué con la cabeza, y puse los ojos en blanco, que tonto a pesar de todo seguía siendo el chico.
-Gracias, lo que necesito es otra cosa...-y con eso no me refería a comida, o a hablar.-Puedes quedartela tú...-le aseguré.
-Una más en tu lista, seguro que ya está algo llena, o eso me dice el bilete de tu cuello... También algo de popularidad, ¿por qué no?-le dije, y le seguí con la mirada mientras cerraba la puerta. Y cuándo me ofreció asiento, supe que aún quedaba algo de aquel Azul del que venía en busca. No le hice caso, si no que me quede de pie en dónde estaba y fruncí el ceño.-He pensado en dejar a Alexei... -y en eso no mentía, las cosas no estaban bien, más que novios, él parecía mi cuidador, y mi cuarto de alquiler parecía inclusive mi jaula.-Y también quería verte, en realidad, quería, bueno, ya sabes... estar contigo...-le dije al final de cuentas, pero con ese "estar contigo", no me refería a un estar juntos como pareja, si no un estar juntos como apoyo moral.-Mi vida es un caos...-le comenté y baje la cabeza, y me miré los pies, con aquellos tennis negros gastados y viejos. Aquello no era normal en mi, no el hecho de decirle todo lo que sentía, ni tampoco esas ganas incontenibles de soltar el llanto y colgarme de su cuello cuál niña de cinco años esperando que le ponga la curita en la rodilla raspada. Además bueno, tenía también ganas de hacer o demostrarle alguna otra cosa a él, que seguramente ya no valía la pena.
Robin K. Cacciatore- Mensajes : 62
Fecha de inscripción : 31/07/2013
Re: Garage-Estudio-Habitación
Apreté los dientes cuándo siguió insistiendo en que tomase la barrita dejándola sobre mis manos, de forma que al tener contacto con su piel, no pude evitar sentir aún más esa sensación de nerviosismo y aún más esa ansiedad de querer fumar algo que me dejase en una "dimensión" diferente durante un rato. Cosas del vicio supongo. La verdad es que tenía hambre, pero no iba a demostrarlo en aquel momento. No cuándo ya me veía bastante vulnerable con aquellas fachas y aquel olorsillo característico de la hierba. No quería aumentar más mis debilidades, ya eran demasiadas para que él las supiera.
-Pues lamento decirte entonces, que has ganado algo de ella gracias a un par de ellas...-y con ello en realidad no me refería a mi y a Mercè, aunque inconsientemente se podía tomar por ese lado. La verdad es que había sido un simple comentario al azar que en realidad no sabía como era que había acertado tanto. No pude contenerle la mirada después de eso, más que nada porque seguramente las pupilas las tendría aún un poco dilatadas, y bueno hay cosas que aún se deben de evitar mencionar, aunque el olor sea más que evidente.
No pude evitar hacer una mueca que amenazaba con el llanto al escuchar aquello. Él ni siquiera me había visto en meses y sabía que nada conmigo iba bien, en cambio Alexei me veía tres o cuatro veces a la semana, y para él todo iba perfecto. No dije nada, porque sabía que si hablaba el llanto saldría solo, y no lo podría parar a menos que tuviese demasiada fuerza de voluntad.
-No dependo de Alexei... Es solo que del chico que dependo, desaparece tanto de mi vida que en realidad si no vengo en busca de él, él probablemente nunca vaya a encontrarme...-le comenté dejando en evidencia que se trataba de él. Ya no importaba parecer debil o tonta, tenía que comenzar a admitir que le quería, que me importaba demasiado como para estar ahí a sabiendas que más tarde las cosas empeorarian.
Cuándo se acerco a mi solo levanté la cabeza, miré su rostro y deje que hiciera aquel ademán con mi cabello, me sentía una niña pequeña por la que llegan después de su primer día de llanto en el kindergarden, la mueca de llanto volvió a formarce en mi rostro y antes de que él se alejara pase los brazos por su cuello y cerré los ojos al sentir el tacto de sus labios en mi piel. Apreté los ojos, y le abracé, sintiendome aun más pequeña que antes. ¿En dónde había quedado esa superioridad de aquel primer día en que lo había conocido? ¿Dónde estaba el egocentrismo y aquello que en verdad era la "escencia" de mi personalidad? En el inframundo seguramente. Allá dónde todo termina después de un mal tiempo. Finalmente terminé por dejar de abrazarle y mirarlo como es que iba por su billetera y me decía aquello.
Sonreí al escuchar su propuesta. El labio inferior me temblaba y la ansiedad iba aumentado, así que suponía que igual y se podía aminorrar un poco comiendo algo que me satisfaciera el estómago durante unas horas. No me moví de aquel punto en el que me había plantado desde mi llegada hasta que me preguntó si iba con él. Esbocé una de esas sonrisas de las que muestran incredulidad de la situación y di algunos pasos hacía él, sintiendo un leve rastro de felicidad en mi ser, para finalmente tomarme la confianza de tomarle la mano cual niña de cinco años que toma la mano de su padre para cruzar la calle. Seguramente lejos de aquel lugar podía hablar mejor con él.
-Pues lamento decirte entonces, que has ganado algo de ella gracias a un par de ellas...-y con ello en realidad no me refería a mi y a Mercè, aunque inconsientemente se podía tomar por ese lado. La verdad es que había sido un simple comentario al azar que en realidad no sabía como era que había acertado tanto. No pude contenerle la mirada después de eso, más que nada porque seguramente las pupilas las tendría aún un poco dilatadas, y bueno hay cosas que aún se deben de evitar mencionar, aunque el olor sea más que evidente.
No pude evitar hacer una mueca que amenazaba con el llanto al escuchar aquello. Él ni siquiera me había visto en meses y sabía que nada conmigo iba bien, en cambio Alexei me veía tres o cuatro veces a la semana, y para él todo iba perfecto. No dije nada, porque sabía que si hablaba el llanto saldría solo, y no lo podría parar a menos que tuviese demasiada fuerza de voluntad.
-No dependo de Alexei... Es solo que del chico que dependo, desaparece tanto de mi vida que en realidad si no vengo en busca de él, él probablemente nunca vaya a encontrarme...-le comenté dejando en evidencia que se trataba de él. Ya no importaba parecer debil o tonta, tenía que comenzar a admitir que le quería, que me importaba demasiado como para estar ahí a sabiendas que más tarde las cosas empeorarian.
Cuándo se acerco a mi solo levanté la cabeza, miré su rostro y deje que hiciera aquel ademán con mi cabello, me sentía una niña pequeña por la que llegan después de su primer día de llanto en el kindergarden, la mueca de llanto volvió a formarce en mi rostro y antes de que él se alejara pase los brazos por su cuello y cerré los ojos al sentir el tacto de sus labios en mi piel. Apreté los ojos, y le abracé, sintiendome aun más pequeña que antes. ¿En dónde había quedado esa superioridad de aquel primer día en que lo había conocido? ¿Dónde estaba el egocentrismo y aquello que en verdad era la "escencia" de mi personalidad? En el inframundo seguramente. Allá dónde todo termina después de un mal tiempo. Finalmente terminé por dejar de abrazarle y mirarlo como es que iba por su billetera y me decía aquello.
Sonreí al escuchar su propuesta. El labio inferior me temblaba y la ansiedad iba aumentado, así que suponía que igual y se podía aminorrar un poco comiendo algo que me satisfaciera el estómago durante unas horas. No me moví de aquel punto en el que me había plantado desde mi llegada hasta que me preguntó si iba con él. Esbocé una de esas sonrisas de las que muestran incredulidad de la situación y di algunos pasos hacía él, sintiendo un leve rastro de felicidad en mi ser, para finalmente tomarme la confianza de tomarle la mano cual niña de cinco años que toma la mano de su padre para cruzar la calle. Seguramente lejos de aquel lugar podía hablar mejor con él.
Robin K. Cacciatore- Mensajes : 62
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